lunes, 22 de agosto de 2011

Siempre valdrá más su presencia, que su ausencia

Por: Juan M. Cárdenas / publicado el 29 de septiembre del 2008 en El Siglo De Durango / Durango, Dgo. 


Dicen que cuando salen de casa, no saben si van a regresar. Y es que el tipo de servicio que prestan los elementos de Protección Civil los coloca en situaciones que constantemente implican poner en riesgo su integridad física; a pesar de todo, ponen lo mejor de sí para contribuir con la sociedad en el tipo de servicios que prestan, desde accidentes automovilísticos e incendios hasta derrumbes, inundaciones y explosiones. A ellos no les importa si la gente se los agradece o no; la satisfacción propia es lo que los mueve a seguir adelante en la prestación de sus servicios. Directivos y voluntarios tienen tras de su trabajo innumerables historias que los motiva a ser mejores.

Las llamadas telefónicas que se reciben en cualquier Estación de Bomberos tienen que pasar primero por el Sistema de Emergencias 066; este centro de control indica que lamentablemente el 80 por ciento de los telefonemas que se reciben son falsos. Pero los elementos de cualquier manera acuden pues no se cercioran de la falsedad hasta que están en el supuesto lugar de los hechos.

Con 18 años de servicio, Gustavo Paredes Moreno es uno de los elementos más experimentados de Protección Civil Municipal; recordó que curiosamente el 28 de diciembre del 2006 se recibió en la demarcación un reporte que indicaba que había un accidente en la carretera Durango-México; “la ubicación era bien exacta, decía así con todo detalle en dónde era, cómo estaba y cómo llegar”. Pero al mismo tiempo se recibió otro reporte de un accidente automovilístico en la carretera Durango-Parral también con consecuencias graves. A pesar de que estuvo tentado a acudir a este último, se mantuvo firme en optar por la primera opción.

Cuando ya llevaba algunos kilómetros recorridos perdió el control del vehículo en que viajaba, situación que le causó salirse de la carretera y accidentarse; salió ileso pero al final resultó que al accidente al que se dirigía nunca existió y el segundo que le habían reportado sí era real. Todo por una llamada falsa.
Voluntad de voluntarios

Protección Civil Municipal cuenta con 65 elementos en su plantilla, divididos en cinco estaciones desplegadas estratégicamente por toda la ciudad para atender los servicios de manera inmediata; se cuenta también con cinco escuadrones especializados en atender diferentes tipos de servicios dependiendo de las circunstancias. Parte fundamental es el Cuerpo de Bomberos Voluntarios que prácticamente se ha convertido en el semillero de la corporación; recientemente se acaba de dar de alta a cinco integrantes que destacaron por su participación activa, responsable y diestra.

Saúl García Rodríguez está por cumplir dos años como voluntario; sus deseos comenzaron como los de cualquier otro niño o adolescente que en algún momento de su vida quiso ser bombero. Diferentes circunstancias le dificultaron el acceso a la corporación hasta que la vida misma le facilitó la oportunidad de cumplir su anhelo. Recuerda que la primera ocasión que tuvo que acudir a cubrir un servicio ya como elemento activo fue un accidente automovilístico, y aunque no fue tan impactante pues ya había tenido experiencias similares como fotógrafo, luego estuvo en situaciones graves como la volcadura de la pipa de gas cerca del poblado 5 de Mayo, el incendio en una fábrica de madera cerca del CBTA 3, la fuga de gas en el poblado Contreras y diversos choques.

“Si no tienes estómago para aguantar ciertas situaciones, de plano mejor ni te metas en esto”, sentenció Saúl; reconoció que a pesar de todo hay circunstancias que todavía le hacen estremecerse y conmoverse, “sobre todo en accidentes en donde hay niños, porque yo tengo hijos, tengo familia y lógicamente lo primero que uno hace es ponerse en el lugar de esas personas. Realmente a eso sí nunca te acostumbras”.
No todos piensan igual

Las demostraciones de valentía no han sido evidenciadas por todos; aunque es la minoría, se han presentado casos en los que la situación ha sido tan apremiante que algunos mejor han optado por “correr”. Hace poco más de un año se suscitó un incendio en una empresa gasera donde se quemaron 53 camionetas cargadas con 70 cilindros cada una, una pipa de 80 mil litros a punto de abrir las válvulas de alivio, un depósito de un millón de litros a punto de abrirse; “aquí es donde piensas si le entras o no, pero nosotros como Bomberos tenemos la plena convicción de que si nos toca de todas maneras vamos a luchar hasta el final, tenemos qué permanecer ahí y no podemos retirarnos del lugar. No está en nuestro pensamiento retirarnos y jamás lo vamos a hacer si está dentro de la mancha urbana”, sostuvo Gustavo Paredes.

Comenta que en este hecho un joven, cuyo nombre no quiso mencionar, simplemente desapareció en el mismo lugar; prefirió irse porque se dio cuenta de que no era su vocación. Agregó que en circunstancias de mucho desgaste físico y circunstancias difíciles, aunque son casos aislados, se han registrado deserciones. Pero éstas son las situaciones en las que se demuestra la vocación de servir a la gente, las situaciones de riesgo.
Participación completa

El Cuerpo de Bomberos ha tenido que participar incluso en circunstancias que hasta hace algunos años todavía eran inusuales en Durango, como son las amenazas de bomba, para las cuales son considerados por la capacidad de reacción y de organización. Gustavo Paredes, comandante del Cuerpo de Bomberos, especificó que en este tipo de circunstancias se involucran para colaborar en la delimitación del perímetro de riesgo, ayudan a evacuar a la gente del edificio y asisten a las personas sobre qué hacer y qué no hacer para no generar una eventual explosión. En cuanto se logra llevar a cabo esta labor el mando lo toma la Secretaría de la Defensa Nacional para evaluar la situación.
Satisfacciones propias

Tanto Saúl García, voluntario, como Gustavo Paredes, comandante, coinciden en que el trabajo de bombero deja muchas satisfacciones por saber que se puede ayudar a la gente necesitada, y aunque no siempre lo agradezcan la satisfacción propia les queda marcada. “Si agradecen o no agradecen, nosotros no esperamos nada a cambio”. Pero aseveran que también se tienen experiencias desagradables sobre todo cuando se atienden accidentes que involucran a niños sin vida, o cuando quedan heridos y se sabe que no van a lograr sobrevivir se haga lo que se haga, y hay ocasiones en que mueren en sus propios brazos.



lunes, 8 de agosto de 2011

A los héroes desconocidos…

Por: Juan M. Cárdenas / publicado el 25 de septiembre del 2008 en El Siglo De Durango / Durango, Dgo.

 
Se les puede ver trabajando lo mismo en atención a las víctimas de inundaciones que en retirar panales de abejas, cortando láminas para liberar a un automovilista prensado en un accidente vial o buscando cuerpos en las aguas profundas de ríos, presas y lagos; la mayoría de los casos su mayor satisfacción es que contribuyeron con la sociedad aunque no les sea reconocida su labor. El Cuerpo de Bomberos está conformado por 65 elementos en activo y diez voluntarios, cinco son mujeres, pero su principal característica es que siempre está ahí cuando se le necesita.

Estrategia de atención

Con sus demostraciones de heroísmo y valentía poco a poco se les ha ido dotando de mejor equipamiento, el cual hasta hace algunos años no tenían. Actualmente cuentan con tres pipas con capacidad para almacenar diez mil litros de agua, dos unidades de rescate, dos lanchas y siete vehículos pick up, que es el tipo de automóvil más comúnmente usado; y recientemente se les entregaron dos camiones con escalera telescópica para atacar siniestros en edificaciones altas, seis cuatrimotos y dos motos para todo terreno.

Antes de salir a atender algún llamado deben prepararse con su indumentaria obligatoria como es el casco, chaquetón, pantalonera, botas de neopreno y guantes. Cuentan también con 15 equipos de respiración que consistes en mascarilla y tanque; además del compresor para el llenado de este equipo que es el único de su tipo en toda la entidad.
Especialistas

Para una reacción más rápida de atención de emergencias, el equipo de Protección Civil Municipal está distribuido en cinco estaciones en diferentes puntos de la ciudad: Ciudad Industrial, Mercadito, Domingo Arrieta, Los Fresnos y Valle de Sur; en ese orden numérico.

Cada elemento se encuentra especializado en algún tipo de atención a la ciudadanía, aunque realmente todos tienen conocimientos generales de diversos temas, así se conformó el Escuadrón de Paramédicos, Escuadrón de Rescate Urbano, Escuadrón de Rescate Acuático, Escuadrón de Bomberos y Escuadrón de Materiales Peligrosos; cada uno tiene sus funciones específicas de acuerdo a las labores que desempeña.

Preparación constante

Protección Civil Municipal tiene un programa de capacitación interna que se cumple trimestralmente en cada tema, pues cada escuadrón requiere destreza en el manejo de equipo, rapidez y la constante práctica del adiestramiento; el hecho de que sea cada tres meses les hace tener mayor certidumbre al momento de reaccionar para atender un llamado.

Gustavo Paredes tiene 18 años de pertenecer al Cuerpo de Bomberos, actualmente se desempeña como comandante y es pieza fundamental en el adiestramiento de los elementos. Detalló que además deben cumplir con un programa de acondicionamiento físico que se mantiene de manera permanente para todo el personal.

Todos aprenden lo mismo

Son los mismos elementos de Protección Civil de más alto rango los que imparten las capacitaciones, pero para poder ofrecer un adiestramiento adecuado deben estar bien preparados; para ello acuden a cursos de calidad nacional en ciudades como San Luis Potosí, Guadalajara y Celaya. La primera semana de octubre asistirán a un curso que dará la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el campo militar del 5 de Mayo, con el tema de Respiración Cardiopulmonar (RCP), con valor curricular que contempla a 20 elementos.

Hay otro proyecto para que ocho elementos del Escuadrón de Rescate Acuático viajen a la Isla de Lobos en Tuxpan, Veracruz, para recibir la capacitación de tercer nivel con certificación en aguas profundas del mar abierto. La idea es que el 100 por ciento de los elementos salga a alguna parte del país para prepararse, los que fueron designados a viajar tienen la enmienda de que al regresar deberán compartir esos conocimientos con resto de sus compañeros para que todos aprendan lo mismo.

“Para integrarse al Cuerpo de Bomberos una persona debe estar plenamente convencida de tener ese carácter, esa vocación de servicio para atender a las personas, para dar un poco más de lo que se debe; a veces el trabajo de Bombero es sacrificado, se duerme poco y por eso ha habido personas que ingresan sin eso y duran un mes”, rememoró Gustavo Paredes. Agregó que para eso se tiene el Cuerpo de Bomberos Voluntarios, que funge como el semillero de Protección Civil. Recientemente se dio de alta a cinco nuevos elementos que fueron constantes y responsables tanto en su adiestramiento como en su vida personal.

El Comandante de Protección Civil mencionó que a pesar de la ayuda constante que brindan a la ciudadanía nunca esperan que la gente les agradezca las labores que realizan, pues no es ésa la intención al momento de integrarse al grupo. Basta con la satisfacción que se llevan al saber que hicieron bien su labor, que aplicaron los conocimientos adquiridos y que regresarán con bien a casa para reunirse con su familia.

martes, 19 de julio de 2011

El verde es muerte

Por: Juan M. Cárdenas / publicado el 8 de julio del 2011 en El Siglo De Durango / Durango, Dgo.

Desde que escuchó las primeras voces y gritos entre la penumbra y el bosque, María del Carmen Ramos supo que algo malo pasaría. La certeza la alcanzó junto con los dos primeros balazos que le mordieron la carne y le tumbaron la esperanza. Corrió para esconderse y en eso le pegaron otro tiro en la pierna. Adentro de la camioneta se quedó su hermana, a quien inicialmente creyó desmayada del susto; más tarde entendería que estaba muerta.

"¡No disparen, hay niños!", gritaron los tripulantes de esa camioneta Nitro que terminó hecha coladera. Los soldados dejaron de disparar cuando vieron a Carmen cargando a su hijo Gael de tres meses de edad, y confirmaron su error cuando cuando vieron el gran pedazo de carne colgando de la pantorilla del bebé.

FESTEJO Y MIEDO
Las escuelas del poblado Regocijo celebraron el lunes 4 de julio la salida de los alumnos de preescolar, primaria y secundaria; como tradicionalmente ocurre, las tres escuelas se juntaron para organizar el festival y luego siguieron las comidas que en cada casa se prepararon en honor de los graduados. Ahí estuvo María del Carmen junto con Gael, su hermana María Guadalupe Ramos Ruiz, su cuñada Rosario y dos sobrinos de 15 y dos años de edad. 

Entre el aroma de guisos y la fiesta de graduación, las horas transcurrieron hasta cerca del ocaso; entonces la preocupación de las hermanas Ramos Ruiz se centró en buscar "raid" de regreso a la ciudad de Durango. Un conductor de una camioneta tipo Nitro se ofreció a traerlos a todos. Tomaron la carretera Mazatlán-Durango.

Apenas llegaron a Navíos cuando la camioneta se detuvo. Ernesto, un adolescente de 15 años de edad que acompañaba a Guadalupe y a Carmen, sus tías, bajó para orinar; la oscuridad de la noche envolvía al restaurante Los Pinos. En la carretera no había barricada ni señalamientos ni luces. Nada que indicara la presencia de militares en el sitio. En cuestión de segundos, así como suelen pasar las malditas desgracias, todo se volvió un caos.

"Tú sales por aquel lado, yo me quedo acá", gritó alguien entre la noche. Pum pum pum. Empezaron a escucharse disparos. Hubo más gritos. Entonces el conductor de la Nitro, cuyo nombre ni siquiera se sabe, clamó a los agresores que no dispararan porque traía a mujeres y niños, como si sus palabras pudieran desviar las balas y blindar el cuerpo.

El chofer aceleró. Alguien le pidió que acelerara. Entonces las balas le destrozaron las llantas. Ahí fue cuando casi todos se bajaron para ir a esconderse entre la noche y los árboles de la Sierra Madre Occidental. La puerta del lado del copiloto no se abría, Carmen no podía abrirla; ya tenía dos balazos, en el muslo y la espalda. Al voltear a su lado izquierdo, en medio del conductor y ella, vio que su hermana Guadalupe estaba inconsciente. La movió para decirle que reaccionara, que tenían que bajar de la camioneta y esconderse. Por fin logró abrir la puerta y corrió cargando a Gael. En eso se le incrustó otro trozo de plomo en el muslo y ya no pudo correr.

Se refugió atrás de un tambo de basura y Gael soltó un llanto estridente como Carmen nunca lo había escuchado. No sabía por qué lloraba así, hasta que sintió una masa de carne sobre sus manos; al revisarlo, se percató de que otra bala dirigida a la vida del bebé le había destrozado la pantorrilla izquierda y se la dejó colgando.

Entonces Carmen fue la que pidió que ya no dispararan, que su hijo estaba herido, que había más familias. Cesaron los disparos. Al asomarse, alcanzó a distinguir cuatro mastodontes Hummers del Ejército Mexicano. Los soldados se acercaron para revisar al niño. A la distancia, Carmen distinguió a su hermana que seguía con la cabeza inclinada. En tono suplicante le pidió a los militares que despertaran a Guadalupe porque se había desmayado del susto, pero ni caso le hicieron: ya sabían que había fallecido.
Cuando los soldados se percataron del estado de salud del bebé y de Carmen, de inmediato dispusieron lo necesario para trasladarlos a la ciudad de Durango a recibir atención médica. En el trayecto siguió pidiendo a los militares que regresaran por Guadalupe, mientras se limpiaba las lágrimas confundidas con las gotas de lluvia que le cayeron junto con los disparos. El ingreso a la clínica 1 del IMSS se registró aproximadamente a las 23:30 horas.

Mientras que Carmen y Gael eran hospitalizados, Alfredo Hernández, esposo y padre de las víctimas, los esperaba en casa de uno de sus tíos en la colonia IV Centenario. Al día siguiente se irían a San José de la Vinata, poblado en el que Alfredo trabaja en un aserradero y donde Carmen es ama de casa.

EL LIMBO
El vicefiscal general del Estado, Alejandro Moreno Valadez, declaró al día siguiente a algunos medios de comunicación locales que el reporte proporcionado por la Décima Zona Militar fue de un enfrentamiento en el que Carmen, Guadalupe, Gael y sus demás acompañantes quedaron en fuego cruzado. Dijo además que hubo cinco personas detenidas y armas aseguradas.

Resaltó sobre todo que al agente del Ministerio Público se le permitió ingresar a la zona del ataque hasta las 7:00 horas del martes. La duda que agobia a los familiares de las víctimas es: ¿qué pasó desde la medianoche hasta la mañana del martes?

La pesadilla se aferró a Carmen. A pesar de que inicialmente el personal militar que acudió a revisar su estado de salud y el de Gael reconoció el error al dispararles, asegurándoles que no era la camioneta que esperaban, horas después se retractaron y sostuvieron la versión del enfrentamiento.

El nudo de la historia se armó el miércoles cuando quién sabe a qué autoridad se le ocurrió decir que Carmen tenía una orden de aprehensión, que le encontraron armas y granadas de fragmentación, que estaba en calidad de detenida y a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR) "por delitos contra la salud", como declaró el delegado estatal Francisco Cabrera Oliver.

La familia se dividió. Mientras Carmen se recuperaba en el IMSS acompañada de su esposo Alfredo, otros sobrinos, hermanos, padres y amigos velaban a María Guadalupe en la funeraria. Las lágrimas eran de dolor y coraje. Exigieron justicia por los heridos y por la fallecida, pero sobre todo por lo inconcebible de que les "sembraran" armas e inventaran la historia del fuego cruzado.

Ante la situación legal de Carmen, el Ejército buscó deslindarse de los gastos médicos generados por la hospitalización de madre e hijo, porque no son derechohabientes. El costo diario es de 60 mil pesos por los dos, más los gastos extras generados por material, medicinas y las operaciones necesarias.

Esta historia fue contada por el propio Alfredo Hernández, esposo de Carmen, quien a sus 17 años ya sintió el tormento de ver amenazada la vida de su pareja y el futuro de su bebé. Ayer estuvo más animado: Carmen ya no está detenida y su salud mejora. Además de que Gael se encuentra estable, aunque se espera la evolución de su pierna para saber si tendrán que hacer alguna reconstrucción.

-¿Qué sige una vez que ya no hay imputación sobre Carmen?
"Demandar a los soldados. Es lo que vamos a hacer".

El Siglo de Durango buscó conocer la versión de la Décima Zona Militar; sin embargo, los soldados afirmaron que no se encontraba el responsable de dar la información. La Fiscalía General del Estado se deslindó del caso y la PGR se concretó a afirmar que colabora en las investigaciones.
 

jueves, 7 de julio de 2011

Peregrinos del miedo

Por: Juan M. Cárdenas / publicado el 21 de junio del 2011 en El Siglo De Durango / Durango, Dgo.

ESPECIAL: TESTIMONIOS DE LA VIOLENCIA EN DURANGO
Madres que sintieron el dolor al parir a sus hijos ahora desayunan, comen y cenan angustia al saberlo muertos o desaparecidos. Padres a los que se les va la vida y lo que les queda de patrimonio en encontrar a sus hijos, ante la indiferencia de las autoridades. Hermanos y hermanas a las que les arrancaron parte de su vida; así, de tajo. En esto se han convertido los rincones de Durango: crímenes, impunidad y corrupción. Un tridente que se escurre a veces entre las sombras y a veces a plena luz del día, por calles y pueblos, para alcanzar a familias enteras que quedan mutiladas por un huracán de violencia que parece no tener fin.


AUTORIDADES COLUDIDAS
 
No tenemos lujos, vivimos en un
Fraccionamiento de clase media.
Es mi único hermano..."

Pum pum pum. Un comando tumbó las puertas de la casa de la familia Espeleta Bernal con un marro y, de pasada, convirtió su vida en una pesadilla. La noche del 22 de febrero del 2010, Francisco José se preparaba para acostarse y descansar de una larga jornada de trabajo, típica de un enfermero del IMSS. Cerca de las 23:00 horas, un comando lo sacó de su casa de Gómez Palacio. A los delincuentes poco les importó que sus dos hijos, de ocho y siete años, lloraran horrorizados por la irrupción de esas sombras con voz y poder que además de aterrar a la familia, se apropiaron de aparatos, carros, del propio Paco y de la conciencia de las víctimas, que hasta antes de que les ultrajaran su tranquilidad creían que la violencia que padece México como epidemia, nunca les alcanzaría.
Al día siguiente, los delincuentes llamaron a la familia para pedir dinero a cambio de la libertad de Paco. Pagaron el rescate, pero el hijo pródigo nunca volvió. Bastaron 48 horas para que el miedo eclosionara en coraje, humedecido por la rabia de la corrupción e impunidad de las autoridades de Durango: el 24 de febrero la familia denunció el secuestro, una patrulla llegó al domicilio para tomar datos y recabar evidencia, pero los patrulleros les dijeron que las autoridades no pueden contra un comando como el que los asaltó; al volver a la Vicefiscalía de Gómez Palacio, les confirmaron que no existía una patrulla con los números y características como la que fue a su casa. En eso estaban cuando recibieron una llamada por celular amenazándolos de muerte si se consolidaba la denuncia. Desistieron. Miedo.
"Duele más la impunidad porque confías en las autoridades y no hay quien te ayude y aparte les avisan a los delincuentes de lo que uno hace para investigar", confiesa la hermana de Paco, para quien el dolor se multiplica al ver que su madre se asfixia en depresión y ha bajado 25 kilos de peso.
¿Cómo se puede vivir después de algo así?
"No se puede vivir. Estas siempre con miedo, con mucho miedo. Con angustia porque no sabes dónde está, ni por qué se lo llevaron. No tenemos lujos, vivimos en un fraccionamiento de clase media. Es mi único hermano...". Si sus lágrimas pudieran hablar, correrían por sus mejillas gritando esos mismos reclamos.
La hermana de Paco estuvo ahí cuando se lo llevaron. El momento se le tatuó en los sentidos. Mientras mira a su alrededor y gesticula con impotencia, dice que ya no hay familiar, vecino, compañero, amigo o conocido que no conozca a alguien que no haya sido víctima de la delincuencia en Durango.
El plagio fue denunciado en el Consulado norteamericano de Nueva York, así se lo recomendaron a la familia. Las historias de personas que son reclutadas a la fuerza para integrarse a las filas de la delincuencia, al estilo de una leva moderna, los hizo prevenirse de que debe quedar constancia de que fue prendido a la fuerza. Así de cruel y bizarra es la realidad de Durango, incluso afirma que en el Consulado le advirtieron que mientras en México no se renueven los mandos policíacos, la corrupción y la violencia será sopa de todos los próximos días.
A un año y medio de su secuestro, Paco Espeleta sigue desaparecido.


LOS HERMANOS

"Nos robaron el sueño,
Nos robaron la tranquilidad.
Estamos muertos en vida"

La familia de Luis Otoniel tuvo que hacer el trabajo de la policía. Investigó durante un año su desaparición en el tramo carretero Saltillo-Paila, allá donde sólo hay tierra y matorrales. Consiguió nombres, números de teléfono y hasta direcciones de los delincuentes, los entregó a la Fiscalía General del Estado de Coahuila y a la Procuraduría General de la República (PGR) para que los aprehendieran. A casi cinco años del caso, les siguen dando plazos.
Luis Otoniel desapareció el 23 de junio del 2006 junto con tres compañeros estudiantes que viajaban de la capital de Coahuila rumbo a la ciudad de Durango.
La desgracia de la familia se repitió el 1 de abril de este año, sólo que el escenario fue distinto: la esquina del bulevar Dolores del Río y calle Nazas de la capital de Durango. Ahí, un grupo de 25 sujetos ataviados con uniformes de la Policía Estatal interceptó la camioneta en la que viajaba Abraham, hermano de Luis Otoniel, acompañado de su esposa e hijos.
"Hay mucha gente que vio. Los policías lo golpearon, lo subieron a una camioneta negra pick up y se lo llevaron", recuerda el padre de ambos desaparecidos, cuya exaltación le pone las mejillas rojas como la sangre que le llena los ojos de coraje. El calvario empezó en la demarcación de la Policía Estatal, donde ni siquiera tenían reporte oficial de alguna detención de esas características.
Las manos del padre de Luis Otoniel y Abraham van de un lado a otro mientras recuerda su ir y venir también por diferentes instancias en busca de justicia. Desde la oficina del presidente de México, hasta las Fiscalías de Durango y Coahuila, pasando por el Senado de la República y hasta la Policía Federal. En todos lados fue la misma: promesas de ayuda. A la fecha, los resultados son los mismos: nada.
El padre de los desaparecidos es de baja estatura, barba canosa de candado, robusto y voz estridente. Para él no hay de otra: los delincuentes y los sicarios son los propios policías. Dice que esto lo comprobó el 31 de junio del 2008 cuando varias camionetas perseguían a su hermano por carretera a México, se metió a las instalaciones de la Dirección Municipal de Seguridad Pública para refugiarse y ahí desapareció. Desde entonces no sabe más de él.
"Quiero encontrar a mis hijos a como dé lugar. Quisiera tener ya la satisfacción de entregarle a Dios los cuerpos de mis hijos, porque ahorita la angustia es más grande que el dolor. Nos robaron el sueño, nos robaron la tranquilidad. Estamos muertos en vida". Es tanto el dolor que se siente a diario, en todo lugar y a cada momento, que ya no hay miedo, sólo ganas de tener paz.


EL HÉROE

"Las cosas siguen igual.
Si denuncian, los matan"

Nuevo Ideal tiene un héroe. Silencioso, ejemplar y mártir. En eso se convirtió Leopoldo Valenzuela Escobar, quien después de peregrinar en busca de justicia por cuanta corporación existe, fue asesinado afuera de su refaccionaria. Por mucho tiempo, Don Polo fue la única voz que tuvo este municipio del centro del estado para denunciar los constantes secuestros en esa región. Entre las víctimas de los secuestradores estuvo su hijo Leopoldo, de 29 años de edad, cuyo paradero logró ubicar tres veces sin que las policías locales ni el Ejército quisieran ayudarlo.
Con la mirada hacia adelante, la frente en alto y el pecho hinchado de dignidad, los hermanos de Don Polo se sienten orgullosos del ejemplo de lucha por buscar justicia, la cual no le llega ni post mortem. La tristeza no se va, es su compañera de todos los días. Dicen que Don Polo no merecía terminar así: con cinco balazos en el cuerpo.
Nuevo Ideal está enfermo, lo contagiaron todas las víctimas de la delincuencia en ese municipio y en Durango. Está enfermo de miedo. "Por eso la gente no habla, las cosas siguen igual. Si denuncian, los matan", dice el hermano de Don Polo.
Antes de ser asesinado, Don Polo estuvo en El Siglo de Durango. Con ojos cansados y tristes, voz desesperada, mano gruesa y temblorosa, enumeró las instituciones que visitó para denunciar el caso y la negligencia, en cópula con la colusión, de las autoridades estatales. Visitó la Fiscalía General del Estado, la Décima Zona Militar, el DIF Estatal, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo), la Secretaría de Marina Armada de México y tocó hasta las puertas del despacho de la Presidencia de la República. Pero los malos ganaron. Nadie le hizo caso a Don Polo que ahora está muerto y su hijo sigue desaparecido.
Imaginen a un hombre que no come, no duerme, que se pasea por la casa pensando a dónde más ir a pedir que lo ayuden a encontrar a su hijo secuestrado. Imaginen a un hombre angustiado y triste por no saber de su hijo por medio año. Imaginen su desesperación y su rabia pues, sabiendo dónde se escondían los delincuentes y dónde estaba su hijo, las autoridades no quisieron ayudarlo. Cada cierto tiempo Don Polo tenía que tomar pastillas, así tuvo que ser. Así vivió sus últimos días, según recuerdan sus hermanos. Así estuvo hasta el último segundo de su vida.

jueves, 30 de junio de 2011

Militares asesinaron a un civil, reconoce la Sedena

Por: Juan M. Cárdenas / publicado el 21 de junio del 2011 en El Siglo De Durango / Durango, Dgo.

El 2 de junio "Abel" sólo escuchó un disparo y cayó sobre la tierra retorciéndose de dolor. No volvería a escuchar más ruido que voces de médicos, enfermeras y militares. El hombre que salió a buscar pastura para su caballo murió dos días después de que un soldado le disparó. 
La guerra contra la delincuencia organizada y el narcotráfico emprendida por el Gobierno Federal ha cobrado la vida de un civil en los últimos tres años y medio a manos del Ejército Mexicano, al ser confundido con un delincuente; esto ocurrió el 2 de junio de 2010, según informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en respuesta a una solicitud de acceso a la información realizada por El Siglo de Durango.

DISPARO MORTAL
Una patrulla del Décimo Quinto Regimiento de Caballería destacamentada en el municipio de Otáez, ubicado en las Quebradas de la Sierra Madre Occidental, llegó al poblado Cuanas para buscar droga y la encontró: los militares quemaron dos plantíos de amapola. Entre el humo y la resolana, un soldado afirma que "Abel" salió corriendo con un costal en manos y que, al ver a los militares, arrojó el saco e hizo un movimiento "como si fuera a desenfundar un arma de la cintura". El soldado disparó. Hacía dos horas que "Abel" había salido a buscar el alimento para el caballo. Los nervios se convirtieron en miedo cuando "Adolfo", hermano del hoy occiso, escuchó un disparo cerca del monte, allá por donde se juntan el arroyo El Nopal y el Río Cuanas, en Santa María de Otáez. De un brinco se puso de pie y salió corriendo a buscarlo.
"(...) Encontré desbaratada la pastura que él tenía, además de que vi rastros de sangre, los cuales seguí para encontrar a mi pariente. Al continuar con su búsqueda observé que un helicóptero se elevaba (...) asimismo, había varios elementos del Ejército Mexicano, a quienes les pregunté por mi hermano, pero negaron que ellos lo tuvieran (...)", relató "Adolfo" a los visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que investigaron el homicidio.
El alma se le hizo chiquita a doña "Dolores" cuando, además de la pastura que llevaba su hijo para el caballo, encontró la camisa de "Abel" tirada entre la tierra y manchada de sangre. Para entonces, un helicóptero del Ejército ya se llevaba el cuerpo de "Abel" con lo que le quedaba de vida y de intestino delgado.
Un cabo de Sanidad había atendido a ""Abel" pero ante su delicado estado de salud, fue trasladado al Hospital Militar de Mazatlán, Sinaloa, a donde llegó con exposición de vísceras; el 3 de junio fue canalizado al Hospital General del puerto con taquicardia, hipotermia y el corazón agonizante. Falleció a la mañana siguiente tras haber sufrido dos paros cardiacos.

EL MONTAJE
Durante las investigaciones, el Ejército presentó evidencias falsas. La Dirección General de Derechos Humanos de la Sedena reiteró a la CNDH que previo al disparo, "Abel" realizó un movimiento "como si fuera a desenfundar un arma de la cintura", lo que motivó al soldado a dispararle; argumentó también que al revisar el terreno donde fue herido "Abel" se localizó una pistola 9 milímetros Pietro Beretta, con un cargador y cuatro cartuchos del mismo calibre útiles. Por si fuera poco, los militares señalaron que la forma de hablar, el semblante y los gestos mostrados por "Abel" durante su detención les hicieron presumir que estaba bajo los influjos de alguna droga. Fue cuestión de tiempo para que se descubriera el teatro. La recomendación 28/2011 emitida por la CNDH a Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional, señala que si bien el agente del Ministerio Público del fuero común de Santa María de Otáez tomó conocimiento a la versión de los militares de que la pistola 9 milímetros fue encontrada en la escena del ataque, no hay pruebas de que esta perteneciera a "Abel" y menos de que la hubiera accionado.
Incluso, advierte que el "movimiento" que presumiblemente hizo "Abel" y que asustó al militar, no constituye por sí mismo una amenaza grave e inminente contra la vida, pues ni siquiera existen indicios de que haya desenfundado la pistola o, incluso, que haya apuntado con ella o detonado.
En el estudio químico realizado el 10 de junio a la palma de la mano de "Abel", los peritos concluyeron que no hubo elementos de plomo y bario, descartando así que hubiera accionado un arma el día en que le dispararon. El organismo también refutó la versión de que "Abel" estaba drogado, pues el examen toxicológico realizado por peritos oficiales en química forense del Departamento de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del estado de Sinaloa demostró que en la orina de la víctima no había sustancias químicas derivadas del consumo de bebidas alcohólicas ni metabolitos de cocaína, anfetaminas o marihuana.

¿CUÁNTO VALE UNA VIDA? Fue tan innegable el error cometido por el militar que le disparó a "Abel", cuya identidad fue negada a este medio por el Comité de Información de la Sedena al considerarla como reservada, que el 7 de julio del 2010 ofreció un convenio a la familia de "Abel" para pagar una indemnización "de reparación de daño moral" y gastos funerarios.
Ese mismo día, la Sedena desembolsó 167 mil 183 pesos como indemnización a los deudos de "Abel", además de que se responsabilizó de cubrir los gastos generados por el funeral y que ascendieron a 16 mil 515 pesos.
Los testimonios, observaciones y evidencias del caso se encuentran en la recomendación 28/2011 de la CNDH.

sábado, 18 de junio de 2011

Un desierto en medio del oasis

Por: Juan M. Cárdenas / publicado el 8 de junio del 2011 en El Siglo De Durango / Durango, Dgo.

En Santa Catalina de Siena los únicos animales que engordan son los zopilotes. Hace ya nueve meses que este lugar vio caer las últimas gotas de lluvia y solo los mezquites y los huizaches enverdecen el panorama rodeado por tierra rojiza y amarilla, porque hasta los nopales están secos. Se trata de un pueblo viejo al que le tocó ver el nacimiento y el ocaso de la Revolución Mexicana. El ajetreo del lugar lo forman los niños que juegan en las calles y los ancianos que se juntan por las tardes a platicar de tiempos pasados, bajo la sombra de las casas de adobe mordidas por el tiempo y arañadas por las polvaredas.
Don Florencio García Reza levanta temprano a sus dos hijas para que vayan a clases a la primaria, pero no puede meterlas a bañar porque al abrir la llave sale un líquido amarillento y maloliente, aborrecido hasta por el ganado. Ese es el tipo de agua que los habitantes de Santa Catalina tienen hoy en día para uso doméstico, aunque es totalmente insalubre hasta para trapear. Una de las niñas de la casa tiene ronchas en la piel por bañarse con ese barrizal.
El poblado se ubica en la cola de una carretera de diez kilómetros que cruza por Obregón e Ignacio Ramírez, cuna de los padres del ex boxeador Óscar de la Hoya, por el kilómetro 83 de la carretera Durango-Gómez Palacio, entre los llanos y las montañas de Guadalupe Victoria. A la orilla del camino hay vacas muertas, cubiertas únicamente por una capa de cal para que no se pudran a cielo abierto. La otrora productiva región de los Llanos luce ahora paisajes parecidos a los del semidesierto, símbolos del estiaje que ya secó la única fuente de abastecimiento de agua que tienen en Santa Catalina: la presa del poblado es un simple charco.
Según los registros de la Dirección local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la falta de lluvias durante 252 días convierte esta temporada de estiaje en la más crítica de los últimos 88 años. Don Florencio tiene 70 años y recuerda que una sequía igual severa en 1957 hizo huir a decenas de familias de Santa Catalina al estado de Chihuahua, pues además de que no tenían agua para tomar hubo devastación en esta región agrícola por excelencia. Desde entonces, no recuerda algo similar y teme las consecuencias.
Como hombre que vive del campo, con manos curtidas por el sol y la tierra, cabello blanco y fuerza de treintañero, don Florencio vive de regar y sembrar para otros las parcelas de frijol y maíz. El año pasado le fue bien por la benévola temporada de lluvias, pero a la fecha las cosas son diferentes y hay pocos campesinos que requieran de sus servicios. El hombre, que a los 16 años tuvo que huir por la sequía en Santa Catalina, ahora batalla para dar sustento a su esposa y dos hijas. Con los retratos del día de su boda como testigos y recargado en su remolque de solo dos llantas y plataforma de malla ciclónica, espera a la pipa para que le llene siete cubetas de agua para toda una semana.
Por cierto, le manda decir a las autoridades estatales y municipales que sus problemas no serían tan severos si en el poblado se instalara un tanque gigante que almacenara agua para estos casos.

LO NUNCA VISTO
Hace año y medio que Laura Martínez Garza García llegó a trabajar como maestra del jardín de niños del poblado, después de dar clases en escuelas de Poanas, Canatlán y Nombre de Dios. Nunca se imaginó la severa problemática que enfrentaría al llegar a Santa Catalina. Para higiene personal, lavar baños y hacer la comida, el kinder pide que le llenen un tambo en el que almacenan agua que hacen rendir hasta por 15 días.
"Es deprimente porque no hay agua ni para bañarse". De ojos redondos y voz paciente, confiesa que su desesperación al principio llegó al punto de pensar en cruzar los nueve kilómetros que separan a Santa Catalina de Ignacio Ramírez, para poder darse un regaderazo. Algunos de sus 35 pupilos beben refresco, pues en sus casas se agota el agua que les proveen con pipa y en las seis tiendas mejor surtidas del poblado se agotan las botellas de agua. Cuando esto pasa, la botella más cercana está a nueve kilómetros de distancia.
"Aquí cuando la gente se acaba el agua, tiene que comprar; pero hay quienes no tienen dinero y mejor toman el agua sucia que sale de la llave". Con el paso del tiempo, la maestra aprendió que esta crisis se repite cada año entre abril, mayo y junio; pero con la llegada de las lluvias el nivel de la presa Santa Catalina sube y empieza a llegar a algunas casas, no a todas porque en ocasiones no tiene la presión suficiente para llegar a las que se encuentran en las partes altas del lugar.
Con una sonrisa, más de alivio que de ilusión, la maestra Laura Martínez ve cerca el fin de su apuros, pero no porque esté cerca la temporada de lluvias, sino porque en julio sale a vacaciones y podrá viajar a Poanas, su tierra natal, donde el agua la espera con solo abrir una llave. "Aquí en Santa Catalina la gente dice que su único defecto es no tener agua, pero creo que no se enferma porque ya está acostumbrada".

AL RESCATE
Como cada día de la temporada más seca de los últimos cinco años, Jesús González llega antes de las 8:00 horas al punto de abastecimiento para llenar la pipa de diez mil litros en la que recorre cuatro poblados de Guadalupe Victoria; de todos, Santa Catalina es el más crítico. Es cuestión de 15 minutos para que el depósito se llene; a medio proceso vacía una pastilla y media de cloro para cumplir con los niveles de cloración que exige la Secretaría de Salud para el agua destinada al consumo humano.
"Una vez me dijo un comandante que lo más importante era la imagen, que me viera limpio y siempre trajera el camión limpio para que la gente tuviera confianza en el agua que le llevo", dice Chuy mientras Vicente Fernández canta en el estéreo MP3; las cumbias quedarán para otra ocasión. En la pipa lo acompañan una imagen de la Virgen Dolorosa y su ayudante Elías Aguilar.
El claxon del camión es la señal de alivio para los 750 habitantes de Santa Catalina, quienes desde temprano esperan con las cubetas en el umbral de la casa el momento para correr a pedir la ración de los próximos cinco días. La pipa atraviesa calles rajadas por las máquinas que abren paso a la red de drenaje. Hasta cinco familias se aglomeran en cada esquina para esperar su turno de ordeñar la pipa. A pie o en carretilla, niños y ancianos, adolescentes y señoras que forjan su fuerza al cargar los baldes llenos de agua para hacer la comida, se van satisfechos al menos por un día porque podrán bañarse con agua limpia.
Santa Catalina de Siena vivió sus épocas de esplendor junto con la hacienda de la cual tomó el nombre y donde vivió la mismísima Dolores del Río. Tras la muerte de la primera actriz mexicana que conquistó Hollywood, sus descendientes conservaron los retratos, ropa y la cama como ella las dejó. Ahora, de la hacienda solo quedan muros de adobe en ruinas. Cuenta la gente que un día los militares se llevaron al dueño y nunca más volvió. El kiosco y la iglesia fueron adoptadas por el pueblo; el resto del casco fue saqueado en busca de tesoros o algo para vender y ahora se pudre en el olvido.
Esta localidad forma parte de un grupo de 150 que entre abril y junio se quedan sin agua por falta de lluvias; la única fuente de abastecimiento para las 40 mil personas que las habitan son las pipas enviadas por la Conagua y la Comisión del Agua del Estado de Durango (CAED), mediante un convenio que data de 2006. En total, son 11 municipios a los que se destinarán 18 millones de litros de agua hasta el próximo 30 de junio. El ánimo y la energía de Jesús González lo llevaron en 2010 hasta Monterrey, cuando la Conagua envió las pipas a atender a los damnificados por el huracán "Alex".

ZONA DE CONTRASTE
Manuel hunde sus botas en el lodo hediondo de la presa Santa Catalina. Lleva dos horas rastrillando bajo el sol inclemente del mediodía para que el agua alcance la única salida que tiene la presa y que conduce el líquido hasta la planta de tratamiento del pueblo, inaugurada hace menos de un año. Solo que la falta de lluvias en los últimos nueve meses provocó que la presa registre su nivel más bajo en la historia, dejando al descubierto la cruz de un infortunado que hace seis años murió ahogado.
El problema de la falta de agua aún no se traduce en problemas de salud. A ocho meses de haber sido elegida como presidenta de la Junta Municipal, María Soledad Alvarado encontró en la sequía su dolor de cabeza y lo considera como el principal problema social en el lugar. No es para menos: la presa tiene capacidad para almacenar 300 mil metros cúbicos de agua y, aunque el año pasado derramó por su vertedero y corrió por los arroyos, ahora es una leve mancha en medio de la planicie. Santa Catalina podría pasar como poblado modelo y ejemplo para el estado al contar con su propia planta tratadora y potabilizadora, las cuales convierten el líquido en ideal para el consumo humano y solo hay unas ocho en todo Durango. Su único problema es que una cuarta parte del año se quedan sin agua y es por las fechas en que más se necesita.
Con una leve sonrisa, vestir elegante y vitalidad contagiosa, la Presidenta de la Junta Municipal dice que en Santa Catalina lo que más hay para tomar es cerveza. De hecho, confiesa que la broma en Guadalupe Victoria es que los bebés de Santa Catalina no lloran por una mamila: lloran por una botella de agua.
A pesar de la fertilidad que tienen las tierras de los alrededores, donde se producen decenas de toneladas de maíz y frijol, por donde corren arroyos en la segunda mitad del año y cae más lluvia que en todo el norte del estado, el poblado Santa Catalina está destinado a tener sed: en el último son ya siete perforaciones hechas expertos para ubicar algún acuífero que pueda aliviar la sed de esta localidad; pero son siete ocasiones en que los taladros salen solo cubiertos de tierra. Es como si la naturaleza se ensañara en tenerlos a su merced y pagar las culpas de toda la humanidad.

jueves, 9 de junio de 2011

Duranguenses piden por sus muertos junto a Javier Sicilia

Por: Juan M. Cárdenas / publicado el 7 de junio del 2011 en El Siglo De Durango / Durango, Dgo.

"Si un día amanezco muerta, gracias, porque voy con mis hijos", fue el grito de una mujer que desgarró el silencio de la Plaza de Armas; no pudo contener el llanto mezclado con coraje.
Era la madre de tres estudiantes universitarios que fueron asesinados en diciembre del 2009 en Torreón, Coahuila, luego de ser "levantados" y golpeados; "a mí me dijeron: 'señora, sus hijos son buenos, pero fue una confusión', una confusión que me dejó sin hijos".

La Caravana por la Paz encabezada por el poeta Javier Sicilia llegó ayer por la noche a Durango, acompañado por un contingente de cientos de personas que ya eran esperadas por otras tantas en la plaza principal de la capital.
Desde las 17:00 comenzó a llegar la gente a la Plaza de Armas, pero la espera se prolongó por espacio de cuatro horas y media hasta que los camiones que transportaban a los activistas atravesó Miguel de Cervantes por la avenida 20 de Noviembre; ahí descendió Javier Sicilia y cientos de personas que se sumaron a la Caravana que llegará el próximo viernes a Ciudad Juárez, Chihuahua.
Lo precedieron familiares de víctimas de la violencia, quienes en silencio fueron avanzando hacia la plaza; atrás, al ritmo de música y tambores, los manifestantes gritaban "basta ya de guerra, queremos la paz".
Hasta que las familias no pudieron más y sus gargantas estallaron en testimonios desgarradores de padres, hijos, hijas, hermanos y hermanas asesinados o desaparecidos. Ahí el grito ya era "Durango, escucha, por tus hijos es la lucha".
En la esquina de Zarco y 20 de Noviembre había un hombre que lloraba mientras mostraba una cartulina que decía "mi papá estaría con usted, pero murió el sábado". Pronto se integró al contingente arropado por los manifestantes.

Poco después de media hora, Sicilia y sus acompañantes llegaron a la plaza. Ahí fue donde las familias de las víctimas no pudieron más; hablaron los familiares de Leopoldo Valenzuela Escobar, quien fue asesinado tras peregrinar de autoridad en autoridad para que le ayudaran a buscar a su hijo secuestrado.
También subió un madre lagunera cuyo hijo salió de casa para nunca volver; indígenas de Michoacán que reclaman su tierra; la representante de las viudas de los agentes estatales caídos y que reciben una pensión de seis mil pesos al mes para alimentar, vestir y educar a sus hijos, ante la indiferencia de los gobernantes a los que sirvieron durante años. Un chihuahuense que cada día llora a su hija asesinada a los 16 años de edad; otra madre que cada día vuelve a morir sin su hijo desaparecido y una más que vio a su nieta empaparse de la sangre de la madre al ser asesinada.
Fueron 13 oradores en total, incluyendo a un médico que exigió justicia para el gremio y a un miembro de la familia Le Barón, perseguida por delincuentes en la sierra de Chihuahua.

Javier Sicilia señaló que la ciudadanía debe presionar y exigir a las autoridades que cumplan con su trabajo, además de protegerse a sí misma. Enfatizó que los movimientos sociales ya rebasan la capacidad de los partidos políticos y sus dirigentes, además de pedir al Gobierno de Durango que cumpla con su deber y deje de usar el poder para proteger intereses; a los duranguenses, que pierdan el miedo y salgan a exigir a sus gobernantes.

miércoles, 1 de junio de 2011

Exorcismos: el demonio deambula por Durango

Por: Juan M. Cárdenas / publicado el 31 de octubre del 2010 en El Siglo De Durango / Durango, Dgo.

Las historias de posesiones demoníacas van más allá de ser leyendas para convertirse en una realidad cotidiana en Durango. 

Síntomas como gritos, trances, maldiciones, cambios abruptos de personalidad y tonos de voz, vómito, hasta giros de cabeza estilo película o sacar la lengua hasta el pecho, se convierten en reacciones a las que exorcistas de diferentes religiones se han acostumbrado al confrontar a demonios a los que lo último que se les debe demostrar, es miedo.
Por milenios y a lo largo de todas las culturas, el ser humano ha hablado de seres "del más allá" que, aunque sabe superiores, busca contactar sin medir las consecuencias espirituales que esto puede traer como consecuencia; expertos en liberaciones demoniacas coinciden en que en la actualidad cada vez hay más formas de entrar en conexión con estos entes, pero los más comúnes y no menos peligrosos son: el ocultismo y la tabla ouija.

                                                               ***
En el otoño de 1996, Ingrid escribió en su diario: "estoy dispuesta a vender mi alma al demonio con tal de ser astronauta". Entonces tenía 12 años, su mamá explicó que de forma repentina, la adolescente pasó de ser una hija ejemplar a una persona que expresaba su odio en la mirada, desobediente, que ofendía su madre y se encerraba durante horas en su alcoba.
La desesperación por ver cómo su hija cada vez se volvía más hostil, llevó a la señora a leer el diario personal de Ingrid; lo que descubrió la llenó de terror pero a la vez la hizo tomar la iniciativa de buscar ayuda eclesiástica, pues encontró el "pacto" de su vástaga con el diablo.
Este fue el primer caso de posesión demoníaca que le tocó atender al presbítero Gerardo Warnholtz, a quien recurrió la madre de la menor por indicación del entonces arzobispo de Durango, Antonio López Aviña.
Recuerda que la expulsión del demonio de Ingrid fue "algo complicada", pero al hablar con la familia descubrió que meses antes el papá había ido a consultar a una hechicera para que le diera algún remedio contra los problemas laborales por los que atravesaba. La solución ofrecida fue un talismán cuyo contenido desconocía el padre de la adolescente, pero que marcó el día en que cambió el comportamiento de la menor.
Al estar liberada, Ingrid reveló que durante la posesión había una voz de hombre que le decía que matara a su hermano de cinco años.
El próximo jueves cumplirá 84 años de edad, aún así, Gerardo Warnholtz mantiene la vitalidad para realizar exorcismos cada vez con más frecuencia, según comenta. En un recibidor del templo expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, del que más adelante y ya avanzada la entrevista referiría que ha sido escenario de innumerables expulsiones de demonios, el presbítero explicó que existen distintos tipos de demonios y algunos son "más fuertes"; recuerda cerca de diez casos como los más complicados.
Detalló que la Biblia revela el paso paulatino del demonio en la humanidad, pero es al final del Nuevo Testamento cuando se cuenta de los pasajes de Jesucristo expulsando demonios durante varios capítulos y más adelante cita la encomienda que hace a sus discípulos de realizar esta actividad otorgándoles no sólo el encargo, sino el poder.
Comentó que este poder se ha ido transfiriendo a lo largo de los siglos a los sacerdotes católicos, incluso anteriormente la litúrgia estaba conformada de tal forma que encomendaba a cierto círculo la tarea de expulsar demonios. Los rangos iban de Obispo, presbíteros, diáconos, subdiáconos, acólitos, exsorcistas , lector y ostiario, este último mejor conocido como portero.
Es así como adoptó la fórmula del apóstol San Pablo para practicar exorcismos y que dice: "si eres el espíritu del mal, te mando en nombre de Jesucristo que nos redimió con su sangre que te retires definitivamente de…".
La condición de las palabras "si eres el espíritu del mal" tiene el propósito de identificar las verdaderas posesiones de las que corresponden a charlatanes, de las que se trata de un juego e incluso de aquellas que en realidad se trata de alguna enfermedad.
Pero con 14 años de experiencia ya identifica los síntomas de una posesión real: ojos en blanco, voz diferente a la del poseído, estado de trance, vómito y al final del exorcismo, no recordar lo sucedido.
Se remontó al caso más reciente, sucedido apenas la semana pasada, cuando un joven le pidió ayuda por diversas manifestaciones que lo asustaron, a consecuencia de haber acudido con los "santeros", y al comenzar las oraciones y arrojarle el agua bendita empezó a retorcerse tendido en el suelo, profiriendo insultos con voz ajena y con un demonio que se resistía a dejar el cuerpo que había invadido. Luego de varios minutos, finalmente cedió.
El exorcismo ocurrió en la misma sala donde se desarrolló esta entrevista. 


                                                                 ***
María de Lourdes Cortés y José Domingo Pope conforman una matromonio que parecería común, pero tienen la característica que desde hace 18 años liberan a personas de demonios que las atormentan.
Coinciden en que las posesiones demoníacas se remontan a los tiempos de Jesucristo, pues existen pasajes bíblicos en los que se menciona que a donde iba el Hijo de Dios los demonios se manifestaban; pero son fieles testigos de que en la actualidad este tipo de manifestaciones son comúnes y esto lo comprueban en el ministerio de sanidad y liberación de la Iglesia Cristiana Evangélica a la que pertenecen.
Al tratarse de espíritus inmundos, resaltan que las posesiones se concentran en las partes del cuerpo que contienen la inmundicia, como los intestinos y la región nasal. En base a sus conocimientos teológicos y sobre todo a los empíricos de 18 años de experiencia, aprendieron a identificar las manifestaciones de las posesiones como ojos en blanco, gritos, asfixia, vómito, defecación y fluídos vaginales; pero refieren que han visto casos en los que los posesos arrojan tanta espuma por la boca que les llega hasta la panza o que sacan la lengua en una magnitud inimaginable que les llega hasta el pecho o bien, adoptan comportamiento de animales.
María de Lourdes precisa que las personas poseídas a las que ha visto comportarse como simios, son a las que practicaban la santería.
Advierten que es prácticamente imposible exorcisar a una persona mientras el demonio tenga derechos legales sobre su víctima.
Pope Solís, quien se desempeña como profesor, expone que cuando una persona ofrece cualquier cosa al demonio a cambio de obtener un beneficio, los entes malignos obtienen un derecho legal que limita la expulsión de los seres malignos. Basta con guardar rencores y no perdonar para que los malos espíritus se nieguen a liberar a un humano.
De hecho, la simple y a veces irrazonable frase: "le daría mi alma al diablo a cambio de…" es suficiente para una posesión y para complicar el exorcismo, pues para ello primero es necesario disolver el derecho legal. La pareja previene que "en muy pocas ocasiones" el demonio en realidad cumple con el trato con los humanos.
Sin dudarlo dos veces, coincidieron en que el ocultimo y el "juego" de la ouija son los portales más grandes que hay para que algún demonio se posesione de una persona. Acudir con hechiceras a pedir limpias, a que les lean las cartas o la mano, a solicitar amuletos o incluso pasar a los niños por la vela, ya conceden derechos legales a los demonios.
¿Cómo se puede cortar un derecho legal del demonio?
"Lo primero es renunciar a ello. Todo pacto que hayas hecho con satanás primero tienes que romperlo. Sólo hay que decir 'yo renuncio a ese derecho satanás que te dí a esta área de mi vida' y entonces ya podemos trabajar", indica José Domingo.
¿Cuál sería otra de las causa s principales de las posesiones?
"Una de las cosas más críticas que se practica aquí en Durango es que muchos niños son abusados. Mucha niña violada por sus papás, por sus hermanos y ellas batallan para perdonar; el odio te impide que perdones y esto abre otra puerta al demonio", complementó.
Reememoró que la experiencia más impactante que le ha tocado vivir sucedió en Zaragoza, Chuihuahua, cuando una mujer acudió a un encuentro de liberación con todos los síntomas de una posesión. Se trataba de una dama de complexión robusta pero se comportaba como un animal, pues se arrastraba por el piso y parecía sisear como serpiente, lanzando escupitajos y maldiciones.
Puntualizaron que hay cuatro niveles en los que opera satanás: oprime, atormenta, posee y enajena.
Su experiencia los lleva a concluir que la mayoría de las personas que han tenido que liberar de demonios, son mujeres y relativamente pocos son casos de hombres; consideran que esto se debe a que históricamente el género femenino ha sido abusado, ocasionando rencores y la falta de perdón.

                                                                   ***
Hace casi dos años que "Janeth" llegó a vivir a su casa en una de las colonias de la periferia. El entusiasmo de habitar lo que definía como su hogar al lado de su esposo, paulatinamente se fue difuminando cuando su estado de ánimo empezó a cambiar. Se volvió nerviosa, explosiva por motivos mínimos, desconfiada de su pareja y desinteresada por todo.
Comenzó a ver sombras en su casa apenas de reojo y las manifestaciones fueron subiendo de intensidad, cuenta que una tarde mientras lavaba los trastes empezó a escuchar cómo sonaba uno de los adornos que suelen colgarse de los marcos de las casas y con el viento giran produciendo sonidos melodiosos; sólo que cuando esto ocurrió no había corrientes de aire, incluso las puertas y ventanas estaban cerradas.
Su preocupación creció una tarde en la que se recostó para descansar antes de regresar a trabajar al segundo turno. Somnolienta pero consciente, dice, escuchó a un niño que merodeaba alrededor de su cama y al mismo tiempo platicaba decía: "por qué no me hace caso. Dile que despierte".
Mientras que una voz masculina adulta le respondía: "está dormida, espérate a que despierte". Al no reconocer ninguna de las dos voces, "Janeth" abrió los ojos sólo para ver cómo las dos siluetas desaparecieron tras la pared de la cabecera de la cama. Fue entonces cuando pidió ayuda eclesiástica con un procedimiento que primero requirió del exorcismo de ella y luego de la casa.
Mientras le rezaban y untaban el agua pendita, "Janeth" se sintió mal. Platica que fue una sensación de debilidad total, mareo y parecía como estar distante de lo que sucedía, pues a pesar de que escuchaba las oraciones, éstas parecían lejanas. Tras casi 20 minutos de insistencia, todo ese malestar desapareció repentinamente y las fuerzas regresaron, acompañadas de una sensación de felicidad que la llevó hasta las lágrimas.
La expulsión de los demonios que ocupaban su casa transcurrió sin novedad, pero en cuanto el sacerdote se alejó del domicilio un viento fuerte corrió por todo el recinto ocasionando que las puertas se cerraran azotándose y llenando todo de tierra; el ente parecía resistirse hasta que esta vez la voluntad de "Janeth" bastó para que su hogar cambiara de armonía. A la fecha su estado anímico y de pareja cambió, pero no olvida que recurrió al ocultismo y esto sólo empeoró los problemas.
Y es que los demonios no sólo se posesionan de personas, también de animales y de inmuebles. El presbítero Gerardo Warnholtz define estos últimos casos como "casas infestadas" y destaca que son circunstancias similares a las personas, pues sólo debe haber objetos bendecidos y evitar amuletos que lo único que tienen son las facultades para atraer demonios.
Afirmó que en estos casos el procedimiento es acudir a bendecir la casa para expulsar esos demonios , contando con la presencia de los habitantes de ese domicilio.
"Me ha tocado ver sillones que se mueven y me he sentado en ellos. Hace una semana fui a la casa de una persona y tenía un arbolito que solo empezaba a moverse; son demonios", narró por su parte José Domingo Pope. Dijo que para terminar con estos problemas recurren a la frase: "te atamos con el cinto de la verdad en el nombre de Jesucristo y sal de esta casa". 

                                                               ***
¿Es posible que hoy los cristianos exorcicen o echen fuera demonios orando sobre la persona que está poseída de ellos?
"Las escrituras muestran que puede haber mucho más envuelto en libertar a una persona de control demoníaco que el simplemente hacer una oración a favor de ella", dijo Marco Rodríguez Vela a nombre de la iglesia Testigos de Jehová.
Planteó que, efectivamente, en el primer siglo de nuestra era ciertos cristianos, aunque no todos, estaban facultados por el espíritu de Dios para expulsar demonios. Por lo general se efectuaba esto ordenando a los demonios, en el nombre de Jesucristo, a que abandonaran el dominio que tenían sobre los poseídos. Sin embargo, las escrituras no dan ninguna indicación de que el expulsar instantáneamente a los demonios y otros dones milagrosos del espíritu, habrían de continuar con los cristianos a través de los siglos.
Concluye que la transmisión de estos dones terminó con la muerte de los apóstoles y los dones milagrosos mismos cesaron cuando murieron los poseedores de ellos que quedaban.
"Pueden orar a favor de ellos, no en un esfuerzo por efectuar un arrojamiento instantáneo de los demonios, sino para que las personas afligidas así obtengan las fuerzas espirituales para resistir el ataque demoníaco", complementó.

lunes, 23 de mayo de 2011

Con el miedo de estar viva

Por: Juan M. Cárdenas / publicado el 20 de octubre del 2009 en El Siglo De Durango / Durango, Dgo.


"¡Me dispararon!". Se cortó la llamada. Fue la última frase que Ana pudo articular antes de entrar en shock.
Hay historias en las que el hubiera sí existe, es el caso de Ana. Y es que si su escuela no hubiera organizado ese día el evento de elección de Reina las clases no se hubieran suspendido y Ana no hubiera tenido que cumplir la orden de su mamá de llevarle un documento que necesitaba antes del medio día.
Por lo tanto, no hubiera estado en la parada del camión frente a la escuela justo cuando unos secuestradores huían en desbandada, al haber sido sorprendidos en flagrancia y el copiloto de una camioneta Escape guinda no le hubiera apuntado a la cabeza con una .9 milímetros y jalado el gatillo. Pero sucedió.
Quizá fue por designio divino, tal vez un error milimétrico o probablemente una acción premeditada, pero el secuestrador erró el tiro.
Ana sobrevivió pagando el costo de quedar traumada de por vida.
Mañana se cumple un año del enfrentamiento entre delincuentes y policías, suscitado en diferentes zonas del sur de la ciudad cuyo punto álgido fue frente al CBTIS 130 ante decenas de testigos; momento que para muchos fue de terror y pánico.

                                                               ***

Ana subió al camión para ir a la escuela sin haber desayunado, como era su costumbre; eran las 10:00 y no tenía hambre. La tarea era sencilla: llegar al CBTIS 130, solicitar la constancia de estudios que su mamá le había pedido desde hacía varios días, esperar a que la hicieran e irse. Más tardó en planearlo que en hacerlo.
Minutos antes de las 11:00 horas un grupo de agentes estatales estaba afuera de una casa de Paseo del Gavilán en el fraccionamiento Real del Mezquital, justo en la vivienda donde dos días antes fue asesinado el profesor Gerardo Santillán Guerrero.
Sin importar la presencia de los agentes, un nutrido comando arribó al lugar y abrió metralla en una operación "relámpago" en la que sustrajeron a una mujer y a un joven de ese mismo domicilio; hirieron a dos policías y huyeron dejando una estela de al menos tres enfrentamientos más y otros dos civiles heridos.
Escaparon rumbo al poniente. Ana ya estaba en el lugar equivocado.

                                                            ***
 
Por fuerza de usar el "democrático" todos los días, Ana sabía que el camión no tardaría más de cinco minutos y por eso aceptó soportar el sol de aquel 21 de octubre. Pero primero llegó la camioneta Escape guinda de la que nunca más se volvió a saber.
Como si los hubiera estado esperando, el vehículo con delincuentes se detuvo a escasos dos metros enfrente de ella, en "la parada del terror"; Ana, como los demás estudiantes del CBTIS 130, comerciantes y automovilistas que pasaban por la zona, ignoraban lo que sucedía en ese momento. Por eso se sorprendió cuando el copiloto de la camioneta bajó el vidrio y le apuntó directamente a la cabeza, no podía reaccionar.
La estrategia era rutinaria y clara, así como cruel e inexplicable: sembrar heridos para distraer la atención de la policía, que ya les pisaba los talones, y obtener tiempo para escapar. Iba a ser usada.
El delincuente, al que recordará toda su vida, era prieto, cabello chino hasta los hombros, ojos negros y estatura media; disparó. La detonación la dejó sorda y pasmada, la bala le zumbó pero no le dio. Pero esa fracción de minuto le cambió la vida.

                                                          ***

Los recuerdos llegan en flash back. La camioneta arrancó y se desató un estruendo de balas de todos calibres a unos cuantos metros de la escuela, llegaron más patrullas y la gente se tiró al piso. Una niña, quizá un ángel o una ilusión, jaló del brazo de Ana para que se agachara porque seguía en trance.
Su siguiente recuerdo es dentro de la escuela, rodeada de más alumnas en crisis nerviosa, algodones con alcohol en las manos y algunas desmayadas. Le faltaba el aire.
Su celular suena, la noticia de la balacera ya corría por toda la ciudad. Una de sus primas le llama llorando para saber cómo está, pero su respuesta es aún más angustiante: "¡me dispararon!". Colgó.
A las 2:00 de la tarde comienzan a evacuar el CBTIS 130 por órdenes de la policía. José, el novio, lleva a Ana a la casa donde la familia ya sabe del choque armado.
Entra con la mirada perdida hasta la habitación del fondo y se sienta en la cama. No dice ni una palabra.
El noticiario televisivo no deja de hablar del tema, un par de minutos después reacciona con un llanto incontenido que tuvo que ser controlado con tranquilizantes. No deja de decir que le dispararon.
Para antes de las 4:00 de la tarde ya está dormida. Quizá el único sueño tranquilo que tuvo en mucho tiempo.
Dos horas después Ana se muestra tranquila, incluso soporta ver las imágenes en el noticiario vespertino; pero no come bien.
La noche llega junto con las pesadillas. No puede dormir y tiene fiebre, quizá de miedo. El remedio casero es una "limpia" con huevo de gallina que hasta "se coció". Concilia el sueño por un rato porque aun dormida sigue viendo la cara del sujeto que se atrevió a dispararle.
El amanecer sólo manifiesta el miedo que la persigue hasta hoy: ve la imagen del delincuente hasta en el vaso con agua donde fue vertido el huevo.
Ana regresó a la escuela cinco días después, con una sensación diferente. Ese día volvió, dijo, a ver a su atacante, quizá otro espejismo pero más real. Tiene miedo de estar ahí y el temor lo tuvo hasta que dejó de ir a clases, a los 17 años dejó de estudiar, las pesadillas siguieron por varias noches y en ocasiones siguen repitiéndose; la calle es insegura y las noticias no dejan de hablar de violencia.
La vida de Ana sigue siendo del hubiera. Y es que si Ana no hubiera vivido ese episodio de terror, no hubiera dejado la escuela para concentrarse en su noviazgo y por lo tanto no tendría por fin un motivo para ser feliz: va a ser mamá.

                                                  ***

El enfrentamiento del 21 de octubre del 2008 entre elementos de la entonces Dirección Estatal de Investigación (DEI) y secuestradores dejó como saldo varias personas heridas, entre agentes y civiles, y un delincuente muerto; las detenciones nunca fueron precisadas, pues a lo largo de las persecuciones hubo algunas personas aprehendidas pero no se informó su relación con los hechos. Tampoco se volvió a saber sobre las personas que habían sido secuestradas previamente y que durante la balacera lograron escapar.
El caso es que exactamente una semana después fue asesinado el entonces subdirector de la DEI, Antonio García Artea, cuando circulaba por el bulevar Francisco Villa frente a una agencia automotriz, quien encabezó el operativo por su corporación hace un año.
Según versiones de funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), García Artea acababa de salir de su oficina luego de una reunión en la que se planeaba el festejo del Día del Agente Investigador, que celebraría al día siguiente de ser asesinado.
Las versiones indican que el ex Comandante Regional de La Laguna todavía sostuvo comunicación telefónica para ultimar detalles sobre el evento, pero en el cruce con la calle Constituyentes fue alcanzado por una camioneta Lobo negra y otra Durango azul marino, de las que le dispararon en repetidas ocasiones. El Focus gris, placas FZK 8996, en el que viajaba quedó sobre la banqueta de un terreno baldío, entre dos lotes de automóviles.

domingo, 15 de mayo de 2011

¿Cómo se preparó la visita?

 Por: Juan M. Cárdenas / publicado el 15 de mayo del 2011 en El Siglo De Durango / Durango, Dgo.


A pesar de que el compromiso ante el Vaticano ya se había adquirido, las necesidades eran muchas. La capital duranguense tenía aproximadamente 450 mil habitantes, mientras que la afluencia de feligreses del interior del estado, de otras entidades e incluso del extranjero se estimaba en más de 800 mil personas. Se tuvo que pensar en contar con la capacidad para albergar a los feligreses y ofrecerles seguridad y alimentación, pues la ciudad de Durango carecía de la infraestructura hotelera para dar cabida a una población flotante de tal magnitud.

El Ayuntamiento de Durango tuvo que pedir el respaldo de corporaciones policíacas de Torreón, Monterrey y Zacatecas para completar la plantilla requerida para vigilar el orden durante la visita de Su Santidad; los agentes debieron trabajar en coordinación con el Estado Mayor Presidencial; era el sexenio de Carlos Salinas de Gortari en la presidencia de México.
La Administración Municipal, con apoyo del Gobierno del Estado, inició trabajos de rectificación de algunos servicios públicos. Jorge Mojica Vargas, presidente municipal de ese entonces en Durango, aún recuerda que se tuvieron que implementar cuadrillas para corregir redes de agua potable y drenaje.
Conforme se acercó la fecha de llegada de Juan Pablo II, la capital duranguense se saturó. El ex alcalde de Durango rememora que se tuvieron que cerrar algunas carreteras porque la gente seguía llegando a la capital. Sus cálculos le hacen pensar que con facilidad se rebasó la cifra de 600 mil visitantes, mucho más que la población local.
La sociedad duranguense ayudó a solucionar el problema de la carencia hotelera. De acuerdo a datos del Ayuntamiento, hubo por lo menos tres mil hogares que se inscribieron en el programa destinado a albergar a los feligreses que llegaban de diferentes partes del país; aunque algunas versiones señalan que fueron muchas más las familias que abrieron sus puertas a esos desconocidos que sólo querían ver y asistir a las ceremonias realizadas por el pontífice.
El Municipio instaló carpas en parques para los visitantes que llegaron anticipadamente y fueron custodiados por policías. Pero cinco días antes de la fecha programada para la llegada de Juan Pablo II a Durango, los trabajos no habían culminado. El Ayuntamiento ordenó aumentar horas de trabajo para terminar con los pendientes. Días después, cuando se les ofreció la remuneración por esas horas extra, los empleados se negaron a recibir el dinero, pues consideraron que esa era su mejor contribución a la visita de Su Santidad.
Todas estas colaboraciones permitieron que la inversión realizada por el Ayuntamiento en los trabajos de preparación de la gira papal, fueran relativamente mínimos.
Eran tiempos diferentes en materia de seguridad. Las preocupaciones en la logística se concretaban a simples faltas de carácter administrativo, la violencia estaba lejos de Durango.
El 8 de mayo de 1990, la noche previa a la llegada de Su Santidad, se realizó la última revisión en el terreno que ahora ocupa un centro comercial en el fraccionamiento Jardines de Durango. Mojica Vargas acompañó al personal del Estado Mayor Presidencial en el recorrido. Al culminar, éstos últimos sellaron los accesos y ordenaron a los agentes preventivos que custodiaran la sede y no permitieran la entrada absolutamente a nadie.
"Entonces llegó otro grupo de guardias presidenciales a querer meterse, se metió a fuerza, golpearon a los policías; yo vi, me enojé y los metí al 'bote' a todos los del Estado Mayor Presidencial hasta las seis de la mañana".
  
99.5% CATÓLICOS
Antonio López Aviña terminó de oficiar la misa del viernes santo de 1989 dentro de la capilla del Centro de Readaptación Social (Cereso) 1 de la ciudad de Durango. Se despidió de los internos y fue directo a Horacio Palencia, entonces director del penal.
"Invítame un café", le solicitó el Arzobispo. Ambos se dirigieron a la oficina del director. Sin más, Palencia le soltó al Arzobispo que había visto una nota periodística en la que se planteaba la posibilidad de que Juan Pablo II estuviera en México.
"Si llegara a venir el papa a México y si llegara a venir a Durango, le pido desde ahorita que cuando llegue el Santo Padre al Aeropuerto se pare frente al Cereso y cuando menos nos dé la bendición", solicitó el titular del penal.
"¿Te gustaría de veras que viniera aquí al penal?", cuestionó López Aviña mientras lo veía detenidamente.
"Sería algo excepcional", respondió. Así terminó aquella plática.
Al poco tiempo, López Aviña viajó a Europa para iniciar las gestiones de la visita de Su Santidad a Durango. Al volver, se comunicó con Horacio Palencia para "pagarle" el café que le había invitado meses atrás, pero ahora en el Arzobispado. "Hablé con el Santo Padre de la posibilidad de visitar Durango y el Cereso en todo caso, no es un hecho pero cuando menos te adelanto que está enterado de esa posibilidad", dijo a Palencia.
Durante el otoño de ese año Antonio López Aviña viajó Europa. Juan Pablo II recibió a su visitante con un fraternal abrazo como en cada una de las ocasiones que el arzobispo estuvo en la Santa Sede. Esa amistad fue elemental para terminar de convencer a Su Santidad y al Vaticano de que Durango estuviera incluido en la gira por México el año entrante. Al volver, no tardó en comunicarle la noticia a Horacio Palencia: "es un hecho que viene a Durango y es un hecho que va a visitar el Cereso".
Cuando el Gobierno Federal conoció el intinerario del viaje planeado por el Vaticano, la Secretaría de Gobernación pidió que eligiera otra penitenciaría del país para que fuera visitado por el pontífice; propuso los recién inaugurados penales de Monterrey, Guadalajara, el Distrito Federal e incluso el de las Islas Marías que estaba recién reformado. Pero la respuesta fue contundente: Juan Pablo II eligió el de Durango.
El Cereso 1 tuvo a su favor los antecedentes de las concurridas misas dominicales, así como nulos problemas de riñas y motines; estos factores fueron considerados por el Vaticano.
En ese entonces había cerca de mil internos, de los cuales el 99.5 por ciento profesaba la religión católica; de ahí que cuando se les comunicó la noticia de que el Papa estaría en el penal el 9 de mayo próximo, los reos tomaron la iniciativa de comenzar los trabajos de remozamiento.
Luego se analizaron los perfiles de algunos reos para elegir a uno que diera el mensaje a nombre de todos los internos del penal. Entre la terna se encontraban dos ex militares que de inmediato quedaron descartados por estar sentenciados por cometer delitos contra la salud. Sólo quedó Jaime Bollinguer Orduña, un joven gomezpalatino que fue procesado por asesinar a su esposa, aunque el proceso judicial siempre generó dudas sobre su responsabilidad.
Un par de semanas antes del "gran día" la dirección del penal pidió a los familiares de los internos a que llevaran palomas blancas para elegir dos, mismas que serían entregadas por Karina Soria, hija de una de las internas, al pontífice para que las liberara durante la ceremonia. Las aves elegidas quedaron bajo el cuidado de un reo especializado en la crianza de gallos. A las 20:00 horas del 8 de mayo, es decir, a unos minutos de la visita de Su Santidad, al reo se le escaparon las palomas.
Fue otro interno quien pidió permiso a la dirección para subir al techo del Cereso para capturar otras, increíblemente y a pesar de la hora, lo logró y el protocolo se pudo realizar.
Una mañana de primavera de 1990 una monja que periódicamente acudía al penal a visitar a las mujeres que estaban recluidas, se acercó a Horacio Palencia. Ésta le pidió que la invitara al evento que se realizaría el 9 de mayo dentro del Cereso, luego de que no fue requerida por parte del clero para asistir.
El director del penal instruyó a la religiosa para que a las 6:00 horas del día del evento fuera al atrio del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, para abordar uno de los camiones que trasladarían a los invitados hasta el penal. Fue advertida de que después se cerraría la carretera y se impediría el paso general. Pero cuando los invitados descendieron de los camiones, la religiosa no estaba.
Cerca de las 9:00 horas el director del Cereso recibió una llamada telefónica en su oficina. Era la monja que le explicó los motivos por lo que no pudo llegar a tiempo al Santuario.
"Madrecita, ya no quedó en mí. La invité y le puse todos los medios pero lamentablemente no se dio. Pero si usted logra llegar a aquí todavía la incluyo dentro de los invitados", le ofreció Horacio Palencia.
Aún se desconoce la forma en que esa monja se las ingenió para abordar una ambulancia de la Cruz Roja, la cual se abrió camino hasta la mismísima puerta del Cereso 1; entre la expectación que el llanto de la sirena generó en los invitados, Horacio Palencia vio descender del vehículo a la religiosa. Éste de inmediato la hizo entrar al penal. Cuando el Santo Padre ingresó al Cereso, al filo de las 11:00 horas, el director del reclusorio logró que el pontífice la saludara.
"Ella nos ayuda mucho, nos pidió que pudiera tener contacto usted", comentó el director del penal al pontífice, cuya respuesta fue felicitar a la religiosa y abrazarla, mientras ésta no cesaba de llorar.

 EL PÁRROCO 
  Diez años después de haberse ordenado como sacerdote, a Mariano Alberto Villalobos le fue encomendado uno de los papeles principales en la logística de la gira de Juan Pablo II por Durango. Recién llegado de el Vaticano, el arzobispo Antonio López Aviña citó al presbítero en su oficina del segundo piso de la Catedral Basílica Menor; ahí le dio la buena noticia de que el Santo Padre estaría en la ciudad el próximo año y entre el itinerario estaba incluida una ceremonia de oración en dicha iglesia, de donde el padre Villalobos Salas era párroco.
López Aviña lo designó responsable de todos los preparativos para que la Catedral luciera en esplendor para recibir a Su Santidad. Por esas fechas, algunos muros lucían deteriorados y debían recibir mantenimiento, había vidrios de ventanas que estaban opacos y otros quebrados, pero sin duda lo más urgente era la duela que desde que se colocó no había sido barnizada y su limpieza se concretaba a trapearlo con aceite quemado; estaba negra. Fue necesario pulirla y darle hasta nueve manos de barniz para que retomara el brillo.
Simultáneamente, comenzaron a realizarse actividades para recaudar fondos para cubrir los gastos generados por la visita del Santo Padre. El tesorero del comité organizador fue el empresario Jorge Mijares Gutiérrez, integrante de la Archicofradía del Santísimo Sacramento de Catedral; se mandaron acuñar monedas de plata conmemorativas con la imagen de Su Santidad. Tan sólo para los arreglos florales colocados desde el atrio de la Catedral hasta el altar, se tuvieron que desembolsar más de 12 millones de viejos pesos.
Unos días antes de que llegara Su Santidad a Durango, el ceremoniero Piero Marini llegó a Catedral a buscar al padre Villalobos para que le mostrara la indumentaria y los ornamentos que Juan Pablo II iba a emplear en la ceremonia en la que ordenaría a 100 sacerdotes; avaló los cálices y vasos, pero no aceptó la casulla que el Arzobispado había seleccionado, misma que tenía bordados de oro y era de una tela gruesa. Juan Pablo II deseaba un atuendo más sencillo; éste se tuvo que mandar hacer enseguida para que estuviera a tiempo.
Desde temprana hora comenzó a llegar gente a la Catedral. Para poder pasar, los asistentes seleccionados por el obispo auxiliar Andrés Corral tuvieron que mostrar el boleto, mismo que les había sido entregado casi tres semanas antes en las oficinas de la misma Basílica Menor. En su mayoría, las personas que estuvieron dentro de la iglesia ese 9 de mayo fueron integrantes de grupos apostólicos y religiosas. Hubo gente que se tuvo que acomodar adentro de las capillas laterales.
Cuando el padre Villalobos recibió a Juan Pablo II en la puerta de la Catedral apenas pudo articular palabras para darle la bienvenida, lo mismo le pasó las cuatro ocasiones anteriores que tuvo oportunidad de estrechar la mano del jerarca católico en la Sala Clementina del Vaticano. Su Santidad ingresó a la iglesia y al párroco le tocó cargar el acetre del agua bendita que el primero roció a los asistentes, para luego dirigirse a la capilla del Santísimo a hacer oración.
Inicialmente se tenía programado que Juan Pablo II estuviera un máximo de 15 minutos en la Catedral para orar, acompañado por los coros del Seminario y el colegio Sor Juana Inés de la Cruz; sin embargo, contagiado por el fervor de los más de mil invitados que abarrotaron la iglesia, el Papa se dio tiempo para dirigir unas palabras a los asistentes y bendecirlos. El pontífice salió casi una hora después de lo programado rumbo al evento masivo donde lo esperaban ya miles de personas y un intenso calor de 39 grados centígrados.
A principios de la década de 1990 la ciudad de Durango figuraba poco a nivel nacional, su desarrollo industrial y económico era inferior al de todas las ciudades principales del norte del país; los entrevistados para la realización de este reportaje coinciden en que la visita de Juan Pablo II fue mérito enteramente del arzobispo Antonio López Aviña y de su amistad con el pontífice. Fue en esta ciudad donde decidió visitar por primera vez, al menos en México, una prisión; aquí reunió a los empresarios más importantes del país y donde ordenó a 100 sacerdotes, y fue únicamente en el Arzobispado de Durango donde pasó la noche, aunque confesó que poco pudo dormir por el desfile de rondallas y mariachis que le llevaron serenata.